Cuando era mucho mas pequeña y mi abuela le hacía café a mi papá, siempre me daba la cuchara con la que había batido el café con azúcar y unas gotas de agua y me deleitaba infinitamente disfrutando de esa delicia. Ayer me iba a preparar uno ya que se aproximaba la hora en la cual el sueño me invade y todavía me quedaban cosas por hacer (sí, confío en el poder de la cafeína) Cuestión que opté por no agregarle el agua en las cantidades correspondientes para que sea algo bebible y lo tomé/comí así, como cuando tenía 5 años.
Nótese que este posteo tiene una ingente relación con el inmediatamente posterior.
Antón Arrufat / Dos poemas
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*Post scriptum*
Tocan a la puerta
mientras escribo esta página:
me levanto y recojo
un pequeño patíbulo.
Regreso y sigo escribiendo.
*Ellos*
Un día ven...
1 notas al margen.:
Cuando te hagas el proximo cafe y si no te da paja batirlo, hacelo de esta manera. Bati el cafe con el azucar que le pones y un poquito de agua, no mucho porque queda muy flojo sino, batilo hasta que este color beige y bueno echale (se escribe asi?) el agua y cuando este la espuma bien zarpada con una cuchara muy despacito anda moviendola arriba para que vaya cayendo unos granitos de azucar, dejalo reposar un minuto y te va a quedar el cafe nevado como le llamamos con mis amigos, te lo recomiendo!
saludos
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