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Hay cosas que son moderadamente molestas, como las personas que -en medio de una lluvia infernal- caminan debajo de los techos aún teniendo paraguas, los que cuando no hay lugar en los colectivos ocupan dos asientos (uno de ellos con una inerte mochila), o quienes se quedan charlando de la vida con el kioskero cuando la cola supera la media cuadra. Pero hay otras que ya rozan los límites de la maldad absoluta, como quienes te imponen a escuchar lo que ellos quieren aún contra tu voluntad.

Algunos ejemplos:



1) El que te manda sonidos por MSN

Uno está tranquilo frente a la computadora chateando y escuchando el remix de Alister Johnson de Saturn, cuando de repente se oye la voz de Homero diciendo 'Ese niño tiene senos! Una toalla mojada!', que viene -por lo general- acompañado de otra seguidilla de sonidos enviados por un contacto del MSN que seguramente no tenía nada mejor para hacer. Uno cordialmente puede explicarle que está ocupado, escuchando otra cosa o que simplemente no tiene ganas de oír eso, aunque lo más probable es que sus palabras se pierdan en la net y el susodicho prosiga enviando estos diabólicos sonidos.


2) El que viaja al lado tuyo en el subte

Desde el vamos, el ruido de los subtes es aturdidor y puede impedir que uno escuche sus propios pensamientos, pero no es lo suficientemente potente como para terminar con el reggaeton o el rock nacional. Paradójico.
Aquí nos vemos obligados a hacer una sub-división:

A) El que está con el walkman/discman/i-pod a todo volumen (pero aunque sea tuvo la delicadeza de usar auriculares)

B) El que está utilizando su súper celular último modelo como una radio, pensando que a todos los pasajeros nos apasiona tanto como a él el último CD de Calle 13


3) El que le pone música a su blog

O Myspace, o página personal, o lo que sea. Está bárbaro que quieran promocionar sus bandas, o que les guste compartir algo que creen estupendo con el resto del mundo pero... es absolutamente necesario que la música empiece sin que yo de mi consentimiento al presionar Play?
Lo mas cómico de todo es que a veces el reproductor no se encuentra a la vista, y cuando uno finalmente ve el botón de Stop, la tortura canción pudo haber terminado.


4) Las publicidades con música

Estas pueden ser las peores para la gente desatenta: Uno navega e intencionalmente pasa el cursor por un anuncio publicitario de smilies, y se encuentra con una voz aturdidora que proclama 'Saaaaaaaaaay something!'
No importa cuanto lo evites, siempre en algún momento vas a pasar el cursor por ahí, así que siquiera lo intentes.


5) El que te manda tracks uno tras otro

Estos son los más fáciles de evadir y menos tediosos, pero no quería dejar la lista con cuatro ítems así que vamos a nombrarlos igual.
No importa que les digas que estás haciendo otra cosa, o que el track que te pasaron anteriormente te parece desagradable: Van a seguir bombardeándote con música que seguramente jamás escucharás y te olvidarás de borrar, por lo cual poco a poco irá comiéndose el espacio de tu disco rígido hasta dejarte con 300 MB y un anuncio de Windows pidiéndote que hagas espacio para que tu PC pueda seguir prendida.