jueves, diciembre 10

una historia real

esta es una historia (casi) real. me la contó leandro, a él se la contó su abuela, ella la tomó de vaya dios a saber dónde. tanto va el cántaro a la fuente que al final lo violan (eso dice leandro) y de tanto repetirla la señora mayor a quien no le agrada que la gente la salude (la abuela) la terminó creyendo y desparramando por la ciudad.

había una mujer en una casa. la mujer se llama mabel y tiene muchos, muchos hijos. a la más pequeña aún la amamanta. sucede entonces que la familia se preocupa porque la niña está cada día más flaca. ah, qué estará pasando, por qué está tan traslúcida y delgadita, dios, qué hemos hecho.

entonces, un día, la luz:

la madre descubre que no amamantaba a su bebé, sino a una serpiente. y la bebé le chupa la cola a la serpiente y a duras penas consigue algo de leche. cosa seria, dios, pensó el padre, que estaba por ahí, quizá sentado en un cajón de frutas. tengo que hacer algo, cómo voy a permitir que este bicho horrible le chupe las tetas a mi mujer y deje a mi hija desnutrida.

entonces, el valiente esposo sacó un hacha. es harto común, o lo era en esa época, tener algunas desparramadas por el hogar. con uno, dos, tres, muchos golpes precisos y eufóricos trozó a la serpiente. y la leche comenzó a brotar de su cuerpo triturado.


leandro y mónica (su mamá) escuchan incrédulos. pero por favor, abuela, cómo va a ser cierto eso, además tan tarada iba a ser la mujer que no se da cuenta de la serpiente. pero ustedes dos, qué ofensivos, no era tarada, distraída capaz.

3 notas al margen.:

Lafran dijo...

jajajjajj

El tono del final me encanta ^_^
(bah de todo el relato pero al final cobra mas vigor (?))

Lucía dijo...

Pero qué maravilla de blog

Claude dijo...

Me suena a delirios de alguna sustancia misteriosa