que me secuestraban unos terroristas y me llevaban a la terraza de la casa de mi abuela. pegábamos onda y me soltaban. después yo volvía caminando sobre mi voluntad a la terraza, donde seguían ellos, para descubrir que su amistad había sido una sucia treta.
esto acá. para lo demás, enaguasdeplastilina.
Eugenio Montale / Los pendientes
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No guarda sombra de vuelos el negro de humo
del espejo. (Y del tuyo no hay más rastro).
Ha pasado la esponja que los vislumbres
indefensos del círculo dor...
3 notas al margen.:
No hay que confiar en los terroristas. Es básico.
sinrome de estocolmo
al fin volviste, hija feA!
tu sueño demuestra que las mujeres están disconformes tanto cuando el hombre es terrorista como cuando es bondadoso.
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