que me secuestraban unos terroristas y me llevaban a la terraza de la casa de mi abuela. pegábamos onda y me soltaban. después yo volvía caminando sobre mi voluntad a la terraza, donde seguían ellos, para descubrir que su amistad había sido una sucia treta.
esto acá. para lo demás, enaguasdeplastilina.
María Martha Dechecco / Dos poemas
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*Avería*
Fue en la isla del Astrolabio
allí decidimos encallar.
donde las brújulas enloquecen
y los océanos forman
un hipnótico
abismo.
Elegimos el v...
3 notas al margen.:
No hay que confiar en los terroristas. Es básico.
sinrome de estocolmo
al fin volviste, hija feA!
tu sueño demuestra que las mujeres están disconformes tanto cuando el hombre es terrorista como cuando es bondadoso.
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