que me secuestraban unos terroristas y me llevaban a la terraza de la casa de mi abuela. pegábamos onda y me soltaban. después yo volvía caminando sobre mi voluntad a la terraza, donde seguían ellos, para descubrir que su amistad había sido una sucia treta.
esto acá. para lo demás, enaguasdeplastilina.
Sobre "La pequeña coral de la señorita Collignon"
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Recién (posta, recién) terminé de leer “La pequeña coral de la señorita
Collignon”, del español Lluís Prats. Tiene dos cosas que son muy
reconocibles: E...