hablábamos de-lirios
pétalos estrujados, dulces sobre el furioso carmesí
ecos subterráneos ascendían al galope de la tierra
caballos ciegos trastabillando torpes
entre nuestra distancia insalvable:
desde tu casa de techos blancos y bajos
hasta mi selva oscura atravesada por espesas lianas
nuestra distancia:
el gato azabache debajo de la alfombra
bulto sostenido a lo largo de todo el disco
el reloj anónimo en las dos muñecas
ocho vacíos impalpables de diferencia horaria
el tapado denso, los guantes, el calor absurdo
desparramado a lo largo de la sábana única
la noche
el tallo florece de la boca, se hace gajo de espuma
palabra polimorfa maquillada hasta el hartazgo
por el tedioso juego de significados entreverados en la malla fina
frase-telaraña, imposible, equívoca siempre
las copas rugían el reto suave como anuncio de seda purpúrea
lo vimos: el amanecer punzaba el velo humeante
el aire quebradizo entre tu mano traslúcida, en cualquier sitio,
y mis uñas inquietas rasgando el roble.
Bernard Chambaz / Cinco días de agosto
-
1
Las cinco la mañana
Salvaba la ruta
Que habíamos seguido desde la mitad de los años
Setenta
Bajando como en planeador
Hacia el límite del mar y Tesalóni...
2 notas al margen.:
Qué lindas imágenes. Linda composición (es casi musical). Por momentos tensa los ánimos, por momentos es algo más relajado.
Necesitaba leer algo así.
saludos
Qué lindo escribís... a mi también me sonó musical.
Felicitaciones!
Publicar un comentario