Supongamos que María tiene muchas ideas apiladas como libros sobre una pelota de golf. Ideas que, en un intento por estabilizarlas, son apoyadas una por una sobre la cabeza de José. Luego se agrega también un vaso descartable casi sin agua, un gato de felpa azul y catorce gramos de cal.
Imaginemos ahora que María descubre con cierta tristeza que todo tiene aún más posibilidades de desmoronarse, y en vez de retirar una a una todas esas cosas que se apilan desprolijas sobre la cabeza de José, lo sacude esperando que se acomoden.
Supongamos que todo cae abruptamente y golpea contra el suelo, estallando en miles de pedazos bien chiquitos (y el todo incluye también varias ideas de José). Imaginemos, entonces, que María ve el desastre que ha hecho y decide remendarlo pero, al intentar agacharse a recoger lo que tiró, descubre que sus brazos y cabeza están a dos pares de millas de sus pies.
Antón Arrufat / Dos poemas
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*Post scriptum*
Tocan a la puerta
mientras escribo esta página:
me levanto y recojo
un pequeño patíbulo.
Regreso y sigo escribiendo.
*Ellos*
Un día ven...
6 notas al margen.:
ok, then what happens? mucha mìstica..
diosssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
uff... que post!
gato de felpa azul, digno de una oneiric adventure...
pnz
Agus, te juro que por momentos no puedo creer lo que escribís.
Sabés que hace rato te vengo leyendo... pensé que tenías un post bueno cada tanto, pero veo que es un estilo.
Posta te felicito.
Estas segura de que lo mejor es remendar ideas rotas? quizas puedan generar un monton de nuevas, juntos cada uno por su lado. Re-generar una idea pareciera mejor que empancharla
muy bueno.
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